Pages

1 de enero de 2014

Hablemos de... Azúcar




Antes de nada, quería pedir perdón por haberme retrasado tanto en contestar los comentarios de los dos anteriores artículos y haber tardado tanto en el siguiente (este). He estado especialmente liado y cansado. Al turrón. Hoy os quiero detallar algunas propiedades del azúcar y cómo se comporta una vez que lo ingerimos.

Cuando me refiero al azúcar, me refiero a la sacarosa, a ese granulado blanco que todos tenemos en casa. También es aplicable al azúcar moreno, que, aunque de muy distinto aspecto, las propiedades son casi iguales. No quiero que se confunda con el azúcar que pueda estar en la fruta, la miel, la leche, u otros tantos alimentos que llevan azúcares de forma natural. Aunque en ambos casos sean azúcares, y haya alguna semejanza, el comportamiento es distinto.

El azúcar blanco que consumimos es la sacarosa como ya he dicho. La sacarosa se compone de una molécula de glucosa y una de fructosa. Según entra en el torrente sanguíneo, suben los niveles glicémicos y segregamos insulina para retirarlo de la sangre. Una vez que se retira, al no ser asimilable como tal, se descompone en glucosa y fructosa. La glucosa es un azúcar simple que proporciona energía y que puede ser empleado por cualquier célula del cuerpo. La fructosa por el contrario, solo puede ser procesada por el hígado, obligándole a abandonar cualquier función que esté haciendo para procesarla. El hígado, como sabréis, es un órgano muy importante, que se encarga básicamente de hacer el" trabajo sucio" en el organismo. Si la aparición de azúcar detiene sus funciones habituales, aparece el primer problema.

Uno de los muchos suplementos que existen para los deportistas es la glucosa. La glucosa puede reponer instantáneamente los niveles adecuados en sangre casi al momento, y sin los perjuicios del azúcar. No creo que veáis a ningún deportista con ciertos conocimientos tomar azúcar a palo seco en pleno esfuerzo.

El subidón de azúcar que podemos sentir al comer mucho en poco tiempo, es real, al igual que lo es el bajón que tenemos después con la acción de la insulina. Es un efecto rebote brutal. Y a esto quiero añadir algo que me contó una vez un médico: nuestra capacidad para procesar el azúcar (la segregación de insulina), no es infinita, sino que nacemos con una dotación que poco a poco vamos gastando. Y dicho esto, agregó, que aunque parezca extraño, nos podemos volver diabéticos a base de ingerir grandes cantidades de azúcar.

Otra gran pega del azúcar es la nula cantidad de nutrientes que contiene. El blanco, no tiene ninguno, y el moreno, algo, pero muy muy poco. Esto quiere decir que dejando de lado todo lo que hayamos podido decir hasta ahora, realmente no nos aporta ninguna vitamina, ni mineral, ni nada de nada. Si lo comparamos con otro alimento "malo", como por ejemplo el tocino de cerdo, la diferencia es que aunque el tocino puede tener mucha grasa saturada (la que no es saludable), el tocino al menos tiene una serie de vitaminas y minerales que al cuerpo le puede venir bien.

Hasta hace poco, cuando se analizaba la comida "basura" que te puede ofrecer, por ejemplo, una cadena de hamburgueserías, se culpaba siempre a las grasas que contenía la hamburguesa o las patatas. Y aunque es cierto que esto era no nada bueno, se dieron cuenta que era igual de malo o peor, el acompañarlo todo con medio litro o más de refresco azucarado (en algunas cadenas en EEUU, te ponen alrededor de 2 litros de refresco en tu menú). Hace poco un estudio indicaba que el azúcar afecta al hígado de una forma similar a como lo hace el alcohol.

Dicho todo esto, queda aclarar cuál es la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el consumo de azúcar. Su recomendación es ingerir alrededor de 30 gr. diarios, pudiendo llegar hasta los 50 gr. como máximo. Quiero remarcar que la recomendación no es cero patatero, y con esto quiero transmitir que todo lo que he escrito hasta ahora puede ser nefasto con un consumo superior a esos 30 o incluso 50 gr. diarios.

El gran problema es que casi todo lo que lleva azúcar es taaaaan rico.................. A un servidor no le des un yogur con sacarina o edulcorantes. O galletas, o cereales del desayuno, o chocolates......... Con lo cual, y ante la imposibilidad de eliminarlo de la dieta, solo puedo limitarlo. Nada de refrescos azucarados. Una sola lata de Coca-Cola, tiene alrededor de 32 gr. de azúcar, ¡más de la recomendación de la OMS para todo el día!. Los refrescos edulcorados es una opción mejor, pero tienen otras pegas, con lo que mi sugerencia es limitarlos muy mucho e intentar sustituirlos por rica y sana agua. Hay cereales del desayuno que tienen una auténtica barbaridad de azúcar, llegando a veces al 40%. Creo que no cuesta mucho revisar la etiqueta nutricional de todos aquellos que nos pueden gustar, y elegir unos que no tengan tanto. Y así podría seguir todo el día.

No nos torturemos, ni contemos todo el rato los gr. que podemos llevar de azúcar (yo no lo hago), pero seamos precavidos y tengamos muy en cuenta qué estamos comiendo si estamos delante de, por ejemplo, un refresco azucarado o bollería.

¿Vigiláis la cantidad de azúcar que tomáis?

15 comentarios:

  1. Uys, yo no la vigilo pero después de leer el post creo que tendría que empezar a hacerlo...Muy interesante la info. Un besote y feliz 2014

    ResponderEliminar
  2. gracias por la informacion, me viene genial :)
    Besitos!

    ResponderEliminar
  3. Cómo me gustan estos post de alimentación! Estoy aprendiendo cantidad

    ResponderEliminar
  4. Aprendí muchísimo con este post. Bueno, me encantan todos!!. Muchas gracias!!. Deseando que llegue el siguiente :-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias. Con un poco de suerte lo escribo esta misma semana, otra cosa es cuándo me lo quiera publicar Patri.

      Eliminar
    2. Jejeje, fue muy buena Patri que mira que rápido tuvimos más información sobre alimentación!!. Besos a los dos!!

      Eliminar
  5. Qué interesante!
    Está fenomenal el blog y tu post, me parece muy interesante y se nota que sabes de lo que hablas!
    Te sigo! Acabo de empezar con mi blog, pásate si quieres a verlo
    Un besito :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias. Ya he visitado tu blog.... seguro que a Patri le gusta un montón XD.

      Eliminar
  6. jajajja "al turrón"?!?! Es la versión navideña de "al lío!"?
    Feliz año Pablo! (aunque seas un poquito cortarrollos... :P) Te iba a decir q bien yo no llego a los 30 gr al día y veo lo de la coke. Vale, algún día llego.
    Y me ha quedado claro que mejor un bocata de jamón que un café con leche garrapiñado ( esto es dos azucarillos). Aunque es una faena porque a mí ese bocata me gusta con coca-cola.
    Y la miel??????? Es lo que uso yo como endulzante para mí y mi hijo.
    Un saludo! ( qué cordial)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Manos de Arbol. Ya siento ser un cortarrollos, pero bueno, ya sabes que soy de la teoría de que pasarse de vez en cuando no es malo, que lo importante es el día a día. Dos azucarillos pueden ser 10 o 12 gr. Creo que esa cantidad puede encajar bien si lo que te tomas es un café al día. ¿Te gusta la Coca-Cola sin azúcar?. Ya he escrito que sin ser del todo inócua, es mejor opción que la azucarada. Con respecto a la miel, es muchísimo mejor que el azúcar. Yo también la uso para endulzar, aunque, al ser azúcares simples, no tienes vía libre para tomar toda la que quieras. Y una pregunta, esa miel, ¿es natural, o es de esas completamente líquidas de supermercado?.

      Adios mañica (esto es menos cordial)

      Eliminar
  7. Ya había leído yo por ahí que el azúcar es el veneno del siglo XXI y casi cada semana leo algo más del estilo... He conseguido dejar de tomar azúcar, pienso que con la que traen los alimentos de por sí, es suficiente, pero me gustan tanto las gominolas... xD Sólo las tomo de vez en cuando ya, las miro y pienso en la manzana de blancanieves, bonita pero malaaa!! jajaja
    Un post genial, soy una recién llegada al blog, tengo que revisarlo entero que seguro que hay muchas cosas interesantes.
    Besitos!!!

    ResponderEliminar